Cultura

Vecinos de siete localidades del municipio participan en la jornada de convivencia organizada por el Ayuntamiento de Piélagos en Cabárceno

Tres años después de la última, que tuvo lugar en mayo de 2019 en la ciudad de Burgos, tras el obligado parón debido a la pandemia,  la Concejalía de Cultura ha retomado una actividad que, año tras año, no sólo busca fomentar las relaciones entre los doce pueblos del municipio sino también facilitar un mayor y mejor conocimiento de Cantabria y las comunidades limítrofes

Vecinos de siete localidades del municipio -Arce, Barcenilla, Boo, Carandía, Liencres, Mortera y Zurita-, todos ellos mayores de 65 años y empadronados en Piélagos, han participado este jueves en la primera de las dos jornadas de convivencia organizadas por el Ayuntamiento en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno.

Tres años después de la última, que tuvo lugar en mayo de 2019 en la ciudad de Burgos, tras el obligado parón debido a la pandemia,  la Concejalía de Cultura ha retomado una actividad que, año tras año, no sólo busca fomentar las relaciones entre los doce pueblos del municipio sino también facilitar un mayor y mejor conocimiento de Cantabria y las comunidades limítrofes.

En esta ocasión, el Consistorio en lugar de celebrar una única jornada de convivencia, como venía siendo habitual hasta la fecha, ha organizado dos salidas consecutivas con el objetivo de evitar la concentración de un elevado número de personas.

De hecho, mañana, viernes, tendrá lugar la segunda convivencia con los vecinos de Oruña, Parbayón, Quijano, Renedo y Vioño, como protagonistas.

Un recorrido en varias etapas

La jornada en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno ha comenzado en el recinto de los tigres y los gorilas. Desde allí, ha seguido con la demostración de aves rapaces.

A su término, los participantes han compartido una comida de hermandad en la que se ha servido un menú compuesto por cocido montañés, bacalao con tomate y pimientos y quesada.

Por la tarde, los vecinos que así lo han decidido han podido hacer uso de las telecabinas para disfrutar de una perspectiva diferente del parque, disfrutando de algunas de sus singularidades como su paisaje kárstico y esas zonas interiores de los recintos donde viven los animales, que no pueden contemplarse en los recorridos a pie.

Así, han podido sobrevolar los recintos de los osos, los elefantes, los wallabys, los leones o los papiones, así como el lago de los hipopótamos.