Centenario Virgen de Valencia

Samperio anima a los vecinos y vecinas de Piélagos a seguir celebrando la Virgen de Valencia para continuar construyendo juntos el futuro del municipio

La regidora municipal ha hecho esta petición durante su intervención en el acto central del día grande de la patrona de Piélagos, que se ha celebrado en el exterior del Santuario de Vioño, donde se ha oficiado la Misa Mayor y ha tenido lugar la coronación canónica de “La Quemada”

La alcaldesa de Piélagos, Verónica Samperio, ha animado este miércoles a los vecinos y vecinas a seguir celebrando la Virgen de Valencia para continuar construyendo todos juntos el futuro del municipio.

La regidora municipal ha hecho esta petición durante su intervención en el acto central del día grande de la patrona de Piélagos, que se ha celebrado en el exterior del Santuario de Vioño, donde se ha oficiado la Misa Mayor y ha tenido lugar la coronación canónica de “La Quemada”.

“Celebremos este primer centenario de la proclamación de la Virgen de Valencia como patrona de Piélagos siendo conscientes de nuestro presente, pero mirando al futuro, pensando en lo que seremos capaces de construir”, ha enfatizado Samperio.

La regidora municipal ha asegurado que este miércoles “hacemos un homenaje a nuestros abuelos y abuelas; a nuestros padres y madres;  a nuestros amigos y a todos los que nos enseñaron, de una u otra forma, a amar esta fiesta a la que siempre acudimos con ilusiones renovadas”.

No obstante, se ha mostrado convencida de que  la Virgen de Valencia “es también el día de nuestros hijos, de todos aquellos que están por llegar, para continuar con esta tradición y  seguir construyendo así el futuro de Piélagos”.

“Volverán las risas, los besos y los abrazos”

En su discurso, Samperio ha recordado que, a lo largo de los últimos 100 años, la patrona ha visto como la historia alternaba alegres fiestas, la mayoría, con otras celebraciones que coincidieron en el tiempo con “momentos difíciles” que, como el COVID-19, permanecerán para siempre en nuestra “memoria colectiva”.

“Desde lo alto del monte, la Quemada ha velado y sigue velando por todos sus devotos en tiempo de pandemias, como es el caso de la gripe española, allá a comienzos de los años 20; pero también en uno de los peores episodios de nuestra historia reciente como fue la Guerra Civil española, la más cruel de las guerras, por ser un enfrentamiento entre hermanos”, ha relatado.

La alcaldesa, quien ha hecho hincapié en que también en aquellos momentos se continuó honrando a la Virgen “aunque los ánimos estuvieran tocados”, ha explicado que sólo en 1983, tras la gran riada ocurrida a finales de agosto y el año pasado, debido a la pandemia, se suspendió la celebración de la fiesta.

“Al igual que antes nuestros antepasados salieron fortalecidos y unidos de los tristes acontecimientos que les  tocó vivir, nosotros también superaremos esta pandemia y, antes de que nos demos cuenta, volverán las risas, los besos y los abrazos de esos reencuentros, muchos de los cuales, estoy segura, tendrán lugar alrededor de esta festividad”.

El libro de nuestras vidas

Samperio se ha mostrado convencida de que, cada uno de los vecinos y vecinas de Piélagos atesora, ligados a esta fiesta, momentos propios que, como no puede ser de otra manera guardaremos para siempre en “el libro de nuestras vidas”.

Como ejemplo, ha contado su historia, la de una niña que subió a esta campa cuando apenas contaba con tres meses de vida en los brazos  de su abuela, para ser presentada a la Virgen de Valencia en la misa temprana de 8 de la mañana.

“Aquella mujer era una fiel  devota de la Patrona desde su más tierna infancia, ya que  así se lo había inculcado a ella, su madre”, ha explicado la alcaldesa, quien ha asegurado que, en torno a esta fiesta guardaba bonitos recuerdos ya que fue en este lugar donde conoció, cuando apenas era una adolescente, al que tiempo después sería su marido.

La regidora municipal,  ha asegurado que aquella nieta subió a lo largo de toda su niñez junto a su abuela  a esa  misa de 8 y también  al rosario de la tarde.

Así fue, ha precisado, hasta que ella pudo hacerlo sola, en compañía de sus amigos con los que siguió disfrutando, año tras año, de la fiesta, viviendo y compartiendo nuevos momentos que, tiempo después, “se convirtieron en magníficos recuerdos”.