Piélagos recuerda a las víctimas de los atentados de París
- La Corporación municipal, acompañada por vecinos del municipio, se han concentrado en el exterior de la Casa Consistorial
- Durante el acto, la alcaldesa de Piélagos ha leído un manifiesto en el que ha trasladado la solidaridad y el cariño del municipio a los familiares de los fallecidos y de los heridos, víctimas de la sinrazón del terrorismo
- Verónica Samperio ha dicho que frente al odio y la barbarie solo cabe la unidad de todos aquellos que, como los vecinos de Piélagos, creen en la libertad, esa misma que, tristemente, otros pocos se empeñan en atacar y amedrentar una y otra vez
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La Corporación municipal del Ayuntamiento de Piélagos y los vecinos del municipio han recordado este domingo a las víctimas de los atentados que en la noche del viernes sembraron de terror y dolor las calles de París.
Durante el acto, celebrado en el exterior de la Casa Consistorial, la alcaldesa, Verónica Samperio, ha leído un manifiesto en el que ha trasladado la solidaridad y el cariño de Piélagos a los familiares y amigos de todas y cada una de las personas que perdieron su vida, así como de todas aquellas que resultaron heridas, víctimas, una vez más, de la sinrazón del terrorismo.
El terrorismo actual es una lacra que no entiende de fronteras, ha recordado Samperio, quien ha añadido que, por ello, “cada nuevo atentado es un nuevo ataque a nuestra libertad y nuestra democracia, pero también a nuestra cultura, con todos los valores que ésta representa”.
Frente al odio y la barbarie solo cabe la unidad de todos aquellos que, como los vecinos de Piélagos, queremos y creemos en la libertad, esa misma que, tristemente, otros pocos se empeñan en atacar y amedrentar una y otra vez, ha subrayado la regidora municipal.
Piélagos es hoy más que nunca París porque lo que allí sucede aquí se siente, ha dicho Samperio, quien ha trasladado el apoyo del municipio a Francia, país vecino y amigo, al tiempo que ha reiterado la más firme repulsa a cualquier tipo de terrorismo y a todos los que, cegados por la ira, no dudan en empuñar las armas en nombre de la muerte y el dolor.