Medio ambiente

Piélagos instala dos ‘corazones con mucha vida’ en Liencres y Renedo

Se trata de dos contenedores que buscan fomentar entre los vecinos y vecinas la recogida de tapones de plásticos para favorecer su reciclaje, en ocasiones, con un fin solidario

El Ayuntamiento de Piélagos se ha sumado este mes de mayo a la iniciativa ‘Corazones con mucha vida’ con el objetivo de fomentar entre los vecinos y vecinas la recogida de tapones de plásticos para favorecer su reciclaje, en ocasiones, con un fin solidario.

Con este objetivo ha colocado dos contenedores específicos para este tipo de residuos, que ha instalado en las localidades de Liencres y Renedo y que ha visitado la alcaldesa del municipio, Verónica Samperio, acompañada por los concejales de Medio Ambiente, José Ángel Diego, y de Ganadería y Comercio, Alfredo Rodríguez Otero.

Hasta hace pocos años los tapones casi no se aprovechaban, ya que iban en el contenedor de envases, pero al ser elementos de pequeño formato casi siempre se perdían en el transporte o en las cintas de triaje de las plantas de reciclado, estimándose que, antes, sólo el 10 por ciento se reciclaba.

El plástico de los tapones es polietileno de alta densidad, un material de alta calidad y muy fácilmente reciclable.

Por eso, las empresas encargadas de su tratamiento pagan por él y resulta una forma muy frecuente de recaudar fondos para fines solidarios. De hecho, se estima que millones de tapones han servido en la última década para costear infinidad de causas, gracias a la suma de pequeños esfuerzos y gestos solidarios.

Samperio ha anunciado que, cuando una asociación lo solicite, el Ayuntamiento de Piélagos le cederá el uso para recaudar fondos para fines solidarios.

Asimismo, ha aclarado que, cuando no haya ninguna campaña solidaria en marcha, los tapones se entregarán a una planta de reciclaje para convertirlos en mobiliario urbano para instalar en el propio municipio, completando, de este modo, el círculo del reciclaje.

Sustitución de las láminas de madera de los bancos

No en vano, el Consistorio sustituirá paulatinamente las láminas de madera de los bancos más deteriorados del municipio por otras de plástico reutilizado de residuos urbanos, agrícolas, industriales y domésticos.

Se trata de ‘plástico de rechazo’, realizado a partir de bolsas de plástico, plásticos de invernaderos o sacos, es decir, aquel tipo de polímero que, inicialmente, no es reciclable en los canales habituales y cuyo destino sería la incineración, su enterramiento en vertederos o su dispersión por ríos y mares.

Este tipo de plástico, realizado a partir de residuos urbanos, agrícolas, industriales y domésticos, es un material altamente resistente, con una larga vida útil, sin necesidad de mantenimiento y perfecto para la intemperie.