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María Oruña avanza a sus lectores en la Biblioteca municipal Francisco Llata de Liencres que el año que viene se van a llevar “más de una sorpresa”

La escritora gallega ha protagonizado una charla-coloquio dentro del Ciclo cultural organizado por el Ayuntamiento de Piélagos

La escritora María Oruña ha avanzado este lunes a sus lectores que el año que viene se van a llevar “más de una sorpresa”. Eso sí, antes ha dejado claro que éste tiene que ponerse a cocinar y “guisar bien”, porque, aunque es muy echada para adelante, le preocupa “defraudar”.

Con estas palabras ha respondido a una de las cuestiones planteadas en el coloquio que ha tenido lugar tras la charla que ha protagonizado esta tarde en la Biblioteca municipal Francisco Llata de Liencres, dentro del Ciclo cultural organizado por el Ayuntamiento de Piélagos.

A la pregunta de si le gustaría salirse de la serie, en alusión a sus tres primeras obras -‘Puerto escondido’, ‘Un lugar a donde ir’ y ‘Donde fuimos invencibles’- y escribir algo que no esté relacionado con el personaje de la teniente Valentina Redondo, la escritora gallega ha respondido con otra cuestión: “¿quién sabe si ya lo he hecho?”.

María Oruña ha adelantado que no pretende sorprender, pero sí que “la locura” que se le ha ocurrido, sea un buen impacto, que a la gente le enamore, le divierta como a ella y le lleve a reflexionar, a un misterio, a una aventura … al tiempo que ha puntualizado que “con Valentina también tengo más aventuras”.

“En mi caso, está claro que el riesgo me gusta”, ha reconocido la escritora, quien ha puesto el ejemplo del cambio de registro que utilizó en su segunda novela, ‘Un lugar a donde ir’, tras una primera, ‘Puerto escondido’, mucho más intimista.

En este sentido, ha asegurado que fue “un riesgo total”, porque, según ha dicho, si la fórmula funcionó, a quién se le ocurre cambiar de registro y hacer otro tipo de novela cuando lo normal hubiera sido “copiar” el mismo estilo y seguir. No obstante, ha aseverado que no haberlo hecho hubiera sido “un error”  porque “tienes que hacer lo que te salga de las tripas”.

Respecto a los lectores interesados en la posibilidad de que vaya a cambiar de género, la escritora gallega ha insistido en que “no pienso en ningún género cuando escribo, que muera alguien es circunstancial”. “La muerte está ahí, hay que llevarla bien”, ha apostillado.

Cantabria, un territorio espectacular para ambiental cualquier novela

Una de las preguntas  más recurrentes por el público asistente en la Biblioteca municipal Francisco Llata ha sido la relativa a las claves del éxito de María Oruña, a lo que la autora ha respondido que “no hay una fórmula mágica”.

En este sentido, ha hecho hincapié en que, “en las modas, es todo relativo” y ha recordado que, en su caso, todo comenzó con el “boca-oreja”. “Cuando empecé no hubo una promoción especial para mí, hicieron una apuesta que ya es mucho, en el caso de un completo desconocido”, ha subrayado.

María Oruña ha afirmado que no se puede buscar el éxito de forma exagerada, ni pretender ser original, ni dar con la fórmula que tú crees va a funcionar mejor. Lo que hay que hacer, ha recalcado, es “centrarte e intentar escribir una buena historia, que a ti te gustaría leer”.

La propia autora, quien se ha preguntado por qué sus libros han destacado a diferencia de otros, ha explicado que, tal vez, se deba al hecho de que, a diferencia de la novela negra purista, que se centra más en el crimen en sí y en esa resolución, sus obras, sin ahondar en exceso en los personajes, añaden más cosas, como reflexiones o los paisajes que siempre enriquecen.

“Cantabria es un terreno espectacular para ambientar cualquier novela”, ha enfatizado la escritora gallega, quien ha concluido “no sé dónde está la magia, pero yo agradecida”.

Para sus lectores más curiosos ha sido rotunda al afirmar que la abogada María Oruña, profesión que ejerció antes de dedicarse a la escritura, nunca defenderá en sus novelas a ninguno de sus personajes.

“Nunca jamás se me ocurriría hacer eso”, ha aseverado la autora gallega, quien ha añadido que hay escritores que sí se incluyen en sus libros, sobre lo ha dicho “no hay cosa que me parezca más pedante”. “El libro no me pertenece a mí, el libro es de quien lo lee”, ha enfatizado.