Ganadería

El Gobierno de Cantabria solicita a los vecinos y vecinas su colaboración para detectar en Piélagos posibles brotes de Psila Africana, un insecto que daña a los cítricos y sus frutos

El concejal de Ganadería, Alfredo Rodríguez Otero, explica que ya se ha detectado un primer caso en Liencres y, por ello, pide a la ciudadanía que, ante la más mínima sospecha de la existencia de la plaga,  se  ponga en contacto con los técnicos de la Consejería de Desarrollo Rural en el teléfono 942207807 o a través del correo electrónico sanidadvegetalcantabria@cantabria.es

El Gobierno de Cantabria, a través de La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, solicita a los vecinos y vecinas su colaboración para detectar en el municipio posibles brotes de Psila Africana, un insecto que daña a los cítricos y sus frutos.

El Servicio de Agricultura y Diversificación Rural, dependiente de la Dirección General de Desarrollo Rural, alertó el pasado lunes de la presencia de este insecto de origen subsahariano en Cantabria tras detectar un primer brote de esta especie en la localidad de Mogro, en el municipio de Miengo, al tiempo que solicitó la colaboración ciudadana para evitar su dispersión.

En este sentido, recomendó a la ciudadanía que, ante la más mínima sospecha de la presencia de la plaga, de aviso a la sección de Producción y Sanidad Vegetal de la Consejería y solicitó que ésta facilite el acceso de los inspectores a los huertos y jardines privados por ser los lugares en los que mayoritariamente se localizan las diferentes variedades de cítricos que existen en Cantabria.

La Consejería advirtió de que se trata de un insecto capaz de propagar la bacteria causante del enverdecimiento de los cítricos mediante la dispersión de forma natural por su propio vuelo hasta una distancia de 1,5 kilómetros, que puede incrementarse con vientos dominantes.

También mediante el tránsito de material vegetal infectado procedente de zonas con presencia del organismo, que puede llevar huevos o ninfas a larga distancia.

Liencres, primer caso en Piélagos

El concejal de Ganadería del Ayuntamiento de PIélagos, Alfredo Rodríguez Otero, ha explicado que, en el municipio, ya se ha detectado el primer caso de Psila Africana de los Cítricos en una urbanización del Barrio Salas de Liencres.

Por este motivo, ha pedido a los vecinos y vecinas de las localidades limítrofes de la zona norte, como Mortera y Boo, que vigilen sus limoneros, naranjos y mandarinos ante la probable presencia de dicho insecto.

Asimismo, ha hecho hincapié en que, en caso de detectarlo, deben ponerse en contacto con los técnicos de la sección de Producción y Sanidad Vegetal de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente en el teléfono 942207807 o a través del correo electrónico sanidadvegetalcantabria@cantabria.es.  

¿Qué es la Psila Africana?

La Psila Africana es una especie de color verdosa, que más tarde evoluciona a castaño oscuro y mide unos 4 milímetros de longitud, que dispone de largas alas transparentes y venas muy marcadas.

Son grandes voladores y saltan si se les molesta. Sus huevos son alargados, de color amarillo-naranja con un extremo más agudo.

Se localizan principalmente en los márgenes y nervio central de las hojas, aunque también pueden distribuirse por toda ella si las condiciones de humedad lo permiten.

Sus ninfas son planas y ovaladas, de color amarillo que torna a verde oliva y gris oscuro. Originan secreciones céreas y son muy poco móviles. Cuando emergen, se fijan en el envés formando colonias, donde después de alimentarse durante días se producen agallas que se proyectan en el haz.

Los daños que provocan en las hojas de los árboles consisten en agallas, deformaciones y amarillamiento de los brotes jóvenes de las rutáceas, cuando la colonia de ninfas se está multiplicando.

Si las ninfas presentan una elevada densidad de población, las hojas aparecen retorcidas, con aspecto rizado y clorosis.

En el caso de los frutos, provoca deformaciones y coloración irregular, mientras que en los árboles genera un aspecto amarillento, debilitado y una masa foliar escasa, llegando a producir su muerte progresiva.