Empleo

Alumnos y alumnas de la Escuela Taller Piélagos IV y de la guardería-ludoteca municipal de Renedo unen sus manos para trabajar juntos la huerta

Los jóvenes de entre 17 y 30 años, que desde el pasado 1 de septiembre se capacitan como profesionales de jardinería y floristería, se han convertido por unas horas en maestros de un grupo de niños y niñas, menores de 3 años, a los que han enseñado las distintas tareas que hay que llevar a cabo para plantar flores ornamentales, pero también hortalizas como pimientos, tomates o brócoli

Los alumnos y alumnas de la Escuela Taller Piélagos IV y los de la guardería-ludoteca municipal ‘La Jilguera’ de Renedo han unido sus manos para trabajar juntos la huerta.

Los jóvenes de entre 17 y 30 años, que desde el pasado 1 de septiembre se capacitan como profesionales de jardinería y floristería, se han convertido por unas horas en maestros de un grupo de niños y niñas, menores de 3 años, a los que han enseñado las distintas tareas que hay que llevar a cabo para plantar flores ornamentales, pero también hortalizas como pimientos, tomates o brócoli.

Consejos y recomendaciones que han compartido entre risas mientras juntos, con la ayuda de pequeñas palas o con sus propias manos, hacían agujeros lo suficientemente grandes y profundos para poder enterrar bien las raíces.

También, entre todos,  han aplastado la tierra después de plantar esquejes o pequeños ejemplares a los que no se han olvidado de “dar de beber” con unas regaderas hechas en casa con la ayuda de las familias de los niños y niñas de la guardería-ludoteca municipal ‘La Jilguera’ que, al igual que la de ‘Garruchines’, en Boo, este curso 2020-2021 son Ecoescuelas.

De hecho, son los dos primeros centros de estas características en Cantabria que se han sumado a este programa que, bajo la tutela de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), busca integrar la educación ambiental en el proyecto educativo, en la propuesta pedagógica y en la programación general anual.

Los más pequeños protagonistas

Bajo la supervisión de Paula Barbero, docente de la especialidad de Jardinería de la Escuela Taller Piélagos IV, los alumnos y alumnas de este programa de formación para el empleo, organizado en colaboración con el Servicio Cántabro de Empleo, han preparado parte del terreno de las instalaciones municipales ubicadas en el número 26 del Barrio de Sorribero de Renedo para hacer una zona de huerto.

“Hemos levantado la tierra, la hemos removido y hemos añadido sustrato, al igual que en las mesas de cultivo, donde los niños y niñas pueden trabajar sin necesidad de agacharse”, ha relatado Paula Barbero, quien también se ha referido a otras pequeñas actuaciones llevadas a cabo por los jóvenes en el centro.

En concreto, ha dicho, hemos plantado frutales -manzanos, mandarinos y naranjos- en el jardín; lavandas y agapantos en las jardineras de la zona delantera y pimientos, tomatitos, brócoli y lombarda en la mesa de cultivo, siempre con la ayuda de los más pequeños que se han mostrado “encantados” con esta experiencia.

La sostenibilidad, una prioridad

Por su parte, Tomás García Garrido, gerente de la empresa Kiriku Galo S.L., adjudicataria de las dos guarderías-ludotecas municipales de Piélagos ha hecho hincapié en que la sostenibilidad es uno de los puntos principales del Programa Ecoescuela.

En este sentido, ha explicado que, aunque ambos centros venían trabajando desde hace tiempo con un proyecto educativo en el que se daba mucha importancia al medio ambiente, decidieron contactar con ADEAC y dar forma a este proyecto, un trabajo muy laborioso, a desarrollar durante los próximos tres años, que cuenta con el apoyo fundamental de las familias y del Ayuntamiento.

Tomás García Garrido ha destacado que el Programa Ecoescuelas combina el aprendizaje con experiencias prácticas y se desarrolla mediante una metodología participativa, que pone el acento lógicamente en  el alumnado, pero también en sus  profesores y en las propias familias.

“Se trata de una iniciativa que anima a los niños y niñas a descubrir el medio ambiente como un medio de vida para proteger y cuidar, creando para ello sentimientos de protección, afecto, cuidado y respeto por el entorno que  les rodea”, ha subrayado.

En este contexto, ha apuntado, se enmarca esta colaboración con la Escuela Taller Piélagos IV, que ha permitido dotar a la guardería-ludoteca municipal de Renedo de su propio huerto.

De esta forma, los niños y niñas, podrán aprender a  cultivar lo que van a consumir después. “No lo pueden comer aquí, pero si trabajar con ello, a través de talleres”, ha matizado Tomás García Garrido.

Por último,  ha destacado lo positivo de una jornada en la que mayores y pequeños enseguida se han integrado, al tiempo que ha puesto de manifiesto que los alumnos y alumnas de la Escuela Taller Piélagos IV les han explicado perfectamente las diferentes tareas que hay en el huerto.