Empleo

15 personas desempleadas se enfrentan al desafío de las matemáticas como paso previo a la búsqueda de nuevas oportunidades laborales

Son los participantes en el Curso de competencias clave en matemáticas que el Ayuntamiento de Piélagos, en colaboración con la Consejería de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno de Cantabria, ha impartido entre los meses de febrero y abril en Renedo

15 adultos en situación de desempleo se han enfrentado al desafío de entender las matemáticas y alcanzar un nivel de conocimientos similar al de una persona que ha superado la ESO como paso previo a la realización de otras acciones de reciclaje formativo o la búsqueda de nuevas oportunidades laborales.

Son los participantes en el Curso de competencias clave en matemáticas que el Ayuntamiento de Piélagos, en colaboración con la Consejería de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno de Cantabria, ha impartido entre los meses de febrero y abril en Renedo.

Para María José esta ha sido la segunda vez que lo intentaba, ya que durante la primera, en 2020,  le cogió la pandemia, empezó el curso, estuvo una semana, pero, al final, a ella y a sus compañeros les mandaron a casa.

“La verdad es que no pensaba volver a hacerlo”, reconoce esta vecina de Torrelavega, quien explica que le llamaron de los Ayuntamientos de Piélagos y Los Corrales, pero se declinó por la opción de Renedo ya que, para ella, “los profesores aquí son buenísimos, les entiendo súper bien”.

María José dice ser exigente con sus hijos a los que, según cuenta, pide siempre todo lo que pueden dar. Por ello,  en los exámenes ha tratado de superarse y de ver cuál era la nota más alta que podía conseguir para que ellos entendieran que “si se quiere, se puede”.

Cuenta que aunque las matemáticas nunca las aprobó desde 4º de EGB fue al empezar a estudiarlas con Igor Cobo, a quien agradece tanto la motivación que ofrece como su forma de enseñar de menos a más, cuando ha comenzado a entenderlas. “Ahora me gustan, pero antes las odiaba”, bromea.

María José se  muestra convencida de que el curso de competencias clave en matemáticas y lengua es “un puente” desde la EGB a algún certificado de profesionalidad que quieras hacer para poder trabajar, “de forma rápida”.

De hecho, se lo recomienda a cualquier persona porque, en su opinión, “aprendes, te relacionas y te enriquece de muchas maneras, no sólo sacando el curso de las competencias en dos meses”.

En los mismos términos se expresa Javier, quien admite que antes de empezar el curso y durante los primeros días no se acordaba de muchas cosas y pone como ejemplo las raíces cuadradas que, apunta, “me sonaban a chino”. No obstante, ahora está ilusionado porque, poco a poco, se he dado cuenta de que “no  es tan complicado y valgo”.

“Si no hubiera sido tan bruto, lo podía haber hecho mucho antes”, asegura este hombre, quien ya se ha apuntado a un certificado de profesionalidad de atención sociosanitaria para seguir reciclándose.

“Mi objetivo es trabajar, pero me gustaría seguir formándome”, concluye Javier, quien reconoce que necesita trabajar, pero tiene claro que si lo puede compaginar con un curso lo va a seguir haciendo. “Nunca puedes quedarte en casa o atascado porque eso te encierra, lo mejor reciclarse e ir aprendiendo para seguir”, apunta.

Para qué sirven las matemáticas

Igor Cobo, docente de competencias clave en matemáticas, explica que este programa formativo se ha centrado en el dominio de las cuatro operaciones (suma, resta, multiplicación y división); el manejo de elementos matemáticos básicos, números enteros, fraccionarios, decimales y porcentajes sencillos; así como en el de unidades de medida, símbolos, elementos geométricos, etc.

Asimismo, subraya que, durante el curso de 120 horas de duración los alumnos aprendieron a resolver problemas a través de los procedimientos básicos de la proporcionalidad numérica (regla de tres, cálculo de porcentajes) y a utilizar el lenguaje algebraico para resolver ecuaciones de primer grado.

También, apunta, se familiarizaron con la resolución de problemas cotidianos sobre unidades monetarias y unidades de medida usuales; con el cálculo de longitudes, áreas, volúmenes y ángulos y con la elaboración e interpretación de informaciones estadísticas e información gráfica sobre la vida cotidiana y fenómenos sencillos de probabilidad.

Igor Cobo hace hincapié en que, a diferencia de lo que sucede en el sistema educativo tradicional, “aquí -en alusión al curso de competencias clave en matemáticas- se enseña para qué sirven las cosas”.

De hecho, se muestra convencido de que las matemáticas se pueden plantear “como un juego” en el que, si ves a personas participar, pero no entiendes las reglas, te puede parecer confuso y aburrido. No obstante, recalca, si logras aprender y entenderlas, quieres jugar  e incluso ganar a tus compañeros.

Partir siempre de cero y no dar nada por supuesto

Igor Cobo afirma que  algo muy importante en el aprendizaje de las matemáticas por parte de personas adultas es partir siempre de cero y no dar nada por supuesto o aprendido.

En  este sentido, recuerda que los perfiles de los alumnos/as del Curso de competencias clave en matemáticas son muy variados y esto implica que el nivel académico de cada uno sea muy dispar.

Por tanto, subraya, el mayor reto del docente es conseguir que las personas que parten con más conocimientos no se aburran al principio y que las que no tengan conocimientos previos no se queden atrás.

En la misma línea, dice que hay que tener en cuenta que buena parte de los alumnos de estos cursos llevan mucho tiempo sin escribir a mano, sin realizar pruebas escritas y sin estar acostumbrados a una rutina de estudio diaria, por eso una tarea fundamental del formador es enseñar y motivar a los participantes y convencerles de que pueden conseguirlo con su ayuda.

Preguntado por los contenidos más difíciles de asimilar para la mayor parte de los alumnos/as, Igor Cobo recuerda que uno de los contenidos del curso es utilizar el lenguaje algebraico para plantear y luego resolver ecuaciones que representen problemas reales.

Como, por ejemplo, puede ser  transformar en una ecuación textos del tipo “hallar el valor de un número tal que dos veces su valor más siete sea igual a el doble de su valor más dos”, algo que al terminar el curso dominan sin temor.