Cultura

Expertos advierten de que el coste económico del tratamiento para la soledad no deseada puede multiplicar por seis al de la obesidad o el tabaquismo

Así lo avanzaron la catedrática de Economía Aplicada de la Universidad de Cantabria (UC) Marta Pascual y el profesor titular y director del Programa Sénior de la UC, David Cantarero, en la conferencia que impartieron en la Biblioteca municipal de Liencres en el marco de las actividades organizadas por los Cursos de verano de la UC en el municipio

La catedrática de Economía Aplicada de la Universidad de Cantabria (UC) Marta Pascual y el profesor titular y director del Programa Sénior de la UC, David Cantarero,  han advertido de que el coste del tratamiento de personas afectadas por la denominada soledad no deseada puede multiplicar por seis  al de enfermedades crónicas como la obesidad o el tabaquismo.

Así lo han avanzado en el transcurso de una conferencia, organizada en colaboración con el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS), que ambos han impartido en la Biblioteca municipal Francisco Llata del Ayuntamiento en Liencres, una de las dos sedes de los Cursos de verano y las actividades de extensión universitaria de la institución académica en el municipio.

Bajo el lema de ‘Gestión en positivo de la soledad no deseada en personas mayores’, ha abordado un fenómeno que, según han explicado, “se afianza en Europa” y al que han definido como un “sentimiento doloroso”, que causa una “herida interior” como consecuencia de la “disonancia” entre las relaciones que tienes y te gustaría tener.

David Cantarero ha expuesto que existen tres tipos de soledades, en alusión, primero, a aquella que nos queda cuando los demás -normalmente los hijos/as o el/la cónyuge-  se van, pero también a la emocional no deseada y a la tecnológica.

Asimismo, ha hecho hincapié en la estrecha relación existente entre la irrupción de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 en nuestras vidas y el aumento de la incidencia no sólo de la depresión sino también de la soledad no deseada entre las personas mayores.

De hecho, el director del Programa Sénior de la UC ha precisado que en España, donde la tasa de personas que padecen soledad no deseada se sitúa en el 11,6 por ciento, durante el periodo comprendido entre abril y junio de 2020, coincidiendo con la declaración del primer Estado de alarma y el confinamiento domiciliario, dicho porcentaje se incrementó hasta  el 18,8 por ciento.

Por su parte, Marta Pascual ha incidido en que la soledad mal entendida incrementa en más de un 14 por ciento la posibilidad de muerte prematura.

Respecto a las causas que pueden motivar este sentimiento, David Cantarero, ha defendido que son muchas y variadas. Como ejemplo, se ha referido a la imposibilidad de haber cultivado contactos/amistades, a la pérdida de seres queridos, a los nuevos hábitos personales o a la temporalidad laboral para concluir que es “una enfermedad de la civilización avanzada”.

Del lado contrario, ha puesto sobre la mesa posibles “antídotos”, que abarcan desde acciones individuales y personales como la sustitución de lo telemático por lo presencial o la repetición de rutinas hasta otras de mayor calado, que exigen, a su juicio, la implicación de las administraciones públicas, como las comunidades autónomas, para la puesta en marcha de planes “plurianuales” contra la soledad no deseada.

David Cantarero  también ha reflexionado sobre el hecho de que la soledad es “indispensable” para aprender y saber disfrutar de la compañía de otros.

Casi 5 millones de personas viven solas en España

Marta Pascual ha informado de que España ocupa una posición intermedia en el número de hogares formados por una sola persona.  En concreto, ha precisado que se sitúa en octavo lugar, con una media de entre 25-30 por ciento de hogares unipersonales, frente a Suecia que encabeza la lista con un 52 por ciento.

En la misma línea, ha destacado que casi 5 millones de personas viven solas en nuestro país. De ellas, ha dicho, 2 millones son mayores de 65 años, al tiempo que ha puesto el acento en un 20 por ciento del total, con edades comprendidas entre los 20 y los 40, en riesgo de exclusión.

La catedrática  de Economía Aplicada ha vinculado la soledad no deseada en la Unión Europea con la imposibilidad de tener a quien pedir ayuda en caso de necesidad o simplemente hablar, una situación que vive, según datos de Eurostat, el 6 por ciento de la población.

En los mismos términos, ha puesto de manifiesto que, en EEUU, 3 de cada 5 personas dicen sentirse solas, mientras que en el Reino Unido 9 de los 68 millones de habitantes padecen soledad no deseada.

Respecto a Cantabria, ha apuntado que es la cuarta comunidad autónoma con mayor porcentaje de personas que viven solas, el 11,8 por ciento de la población.

Asimismo, ha comendado que el 70 por ciento de las casi 70.000 personas que viven solas en nuestra región dicen que se sienten solas.

Marta Pascual ha afirmado que la soledad es “muy hermosa” cuando se tiene a quien decírselo, algo que, para ella, se admira y desea “cuando no se sufre”.