Cultura

El doctor Francisco Vázquez de Quevedo recupera los 190 años de historia de la Isla de Pedrosa, de lazareto a sanatorio

El académico de la Real Academia Nacional de Medicina y presidente de honor de la Real Academia de Medicina de Cantabria ha presentado en el Centro Cultural Quijano, en una de las conferencias organizadas por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Piélagos con motivo de la celebración de la I edición del ‘Otoño cultural’ del municipio, el resultado de su investigación, un recorrido histórico y gráfico por los casi dos siglos de historia de esta particular “isla de la salud”

El doctor Francisco Vázquez de Quevedo, académico de la Real Academia Nacional de Medicina y presidente de honor de la Real Academia de Medicina de Cantabria,  ha recuperado los 190 años de historia de la Isla de Pedrosa, desde su creación como lazareto hasta su posterior conversión en un sanatorio.

Vázquez de Quevedo ha presentado este martes en el Centro Cultural Quijano, en una de las conferencias organizadas por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Piélagos con motivo de la celebración de la I edición del ‘Otoño cultural’ del municipio, el resultado de su investigación, un recorrido histórico y gráfico por los casi dos siglos de historia de esta particular “isla de la salud”.

Con él, según ha explicado, ha querido rendir un homenaje a todos esos profesionales que hicieron posible que tantos niños, pero también adultos, recobrasen la salud y su sonrisa en estas 10 hectáreas de terreno, ubicadas al sur de la bahía santanderina, en la localidad de Pontejos.

Durante su intervención, el doctor Vázquez de Quevedo ha señalado que las primeras referencias documentales de la Isla de Pedrosa, datan de 1828, fecha en la que ya consta como uno de los 9 lazaretos de cuarentena existente en la España de la época, para recibir el tráfico marítimo de América.

En la misma línea, ha comentado que entre los años 1897 y 1898 acogió a buena parte de los cerca de 20.000 soldados españoles heridos en las guerras de Cuba y Filipinas, que llegaron a Santander, a bordo de los barcos de la Compañía Transatlántica.

El académico de la Real Academia Nacional de Medicina y presidente de honor de la Real Academia de Medicina de Cantabria ha hecho hincapié en que fue en el periodo 1909-1924 cuando inicio su actividad como colonia antituberculosa infantil, bajo la dirección del doctor  Mariano Morales, médico de la Sanidad Nacional y el primero titulado que prestó sus servicios en la Isla de Pedrosa.

Fue en este tiempo cuando llegó a acoger hasta 300 niños cada año, que realizaban estancias de cuatro meses en las que tomaban baños de mar y sol, participaban en actividades al aire libre y recibían una dieta hipercalórica, al ser ésta la única forma que existía para luchar contra la tuberculosis.

Además, ha apuntado, en 1913 acogió la primera colonia para niños sordomudos, mientras que, en 1914, se convirtió  en el Sanatorio Nacional Marítimo de Pedrosa para la lucha antituberculosa.

El doctor Vázquez de Quevedo ha relatado que la actividad como sanatorio nacional continuaría desde 1924, con el segundo director médico del centro, el doctor Buenaventura Muñoz.

1932, comienzan las operaciones

Durante su conferencia, ha subrayado que fue en el periodo 1928-1936, siendo director médico el doctor Juan B. González Aguilar, jefe de servicio de la Casa de Salud de Valdecilla y jefe de servicio del Sanatorio Nacional de Isla Pedrosa, cuando éste dejará de ser lazareto y centro de acogida de niños y soldados, para iniciar una fase científica.

De hecho, ha matizado, que en 1932 comenzaron a practicarse en el centro las primeras intervenciones quirúrgicas.

Esta nueva etapa tendría su continuidad con el doctor Víctor Meana Negrete, cuarto director médico y destacado cirujano que, a su muerte en el año 1959 había registrado un total de 3.225 operaciones en la Isla de Pedrosa.

Bajo su mandato el sanatorio nacional luchó contra la tuberculosis y las secuelas poliomielíticas con la helioterapia, los baños de mar, la buena alimentación y la cirugía.

Vázquez de Quevedo también se ha referido al quinto y último director del Sanatorio Nacional de  la Isla de Pedrosa, el doctor Rafael Colvee Guillén, especialista en traumatología y ortopedia, que desde 1961 ejerció como director quirúrgico hasta el cierre del centro, en 1970, año en el que se trasladó el servicio al Sanatorio antituberculoso de la Santa Cruz de Liencres, en Piélagos.

Por último, el académico de la Real Academia Nacional de Medicina y presidente de honor de la Real Academia de Medicina de Cantabria ha hablado de la actividad que, desde 1990 desarrolla en este lugar la Fundación cántabra de rehabilitación y reinserción de drogodependientes, bajo la dirección de la doctora Dulce Álvarez.