Cultura

Alumnos y alumnas del Colegio El Mimbral reflexionan sobre los aspectos positivos y negativos de la pandemia, a través de las imágenes de los fotoperiodistas cántabros

Acompañados por la alcaldesa del municipio, Verónica Samperio; por sus tutoras, Isabel y Jackie, y de la mano de los fotoperiodistas Esteban Cobo y Javier Rosendo, los escolares han realizado un viaje visual por algunas de las situaciones vividas entre los meses de marzo de 2020 -momento en el que se decretó el primer Estado de Alarma y el confinamiento domiciliario- y el pasado octubre

Los alumnos y alumnas de 5º y 6º de Primaria del Colegio El Mimbral de Renedo de Piélagos han reflexionado sobre los aspectos positivos y negativos de la pandemia, a través de las imágenes de los fotoperiodistas cántabros.

Lo han hecho en el transcurso de una visita guiada a la exposición ‘Pandemia, el COVID en Cantabria’, organizada por la Asociación Profesional de Fotoperiodistas Cántabros (APFC) en colaboración con la Fundación Caja Cantabria, que se despide este viernes del Centro Cultural Quijano del Ayuntamiento de Piélagos.

Acompañados por la alcaldesa del municipio, Verónica Samperio; por sus tutoras, Isabel y Jackie, y de la mano de los fotoperiodistas Esteban Cobo y Javier Rosendo, los escolares han realizado un viaje visual por algunas de las situaciones vividas entre los meses de marzo de 2020 -momento en el que se decretó el primer Estado de Alarma y el confinamiento domiciliario- y el pasado octubre.

En su recorrido, junto a Ruth (maestra de apoyo), Juan Carlos (maestro jubilado del centro) e Ylenia (alumna en prácticas),  estos niños y niñas, con edades comprendidas entre los 10 y los 12 años, han conocido la historia que se esconde detrás de cada una de las 25 imágenes de este proyecto, realizadas por profesionales que trabajan para distintos medios de comunicación.

La visita comenzó con una breve introducción sobre el trabajo de los fotoperiodistas, autores, tal y como explicó Javier Rosendo a los escolares, de “fotos que forman parte de la historia y que, si no podemos ver, no existen”.

Por su parte, Esteban Cobo reiteró a los jóvenes estudiantes la importancia de “cuidar siempre el respeto a las personas” y debatió con ellos sobre los “riesgos” que entraña compartir imágenes, sin permiso, en Internet o en las Redes Sociales donde, según dijo, “se expanden y pueden verlas cualquier persona”.  

Fotos que transmiten cosas

Samperio recordó a los alumnos y alumnas del Colegio El Mimbral que “las fotos transmiten cosas”, en alusión a esos sentimientos que nos despierta una imagen cuando nos situamos frente a ella.

De hecho, estos niños y niñas pudieron rememorar algunos de los aspectos positivos de la pandemia, como el valor de los reencuentros, reflejado en una imagen que capta el momento en el que una hija vuelve a ver a su madre, usuaria de una residencia, tras varios meses separadas o de esa creatividad, que vivió su momento más álgido mientras estábamos encerrados en nuestras casas.

También de la ola de solidaridad, que impulsó a muchos voluntarios a ponerse en marcha para llevar alimentos y medicamentos a personas de edad avanzada, que vivían solas en sus domicilios o, incluso, de los abrazos, aún con mascarilla, guantes y bata, como el protagonizado por una trabajadora de una residencia que, tras 40 días encerrada en su centro de trabajo para cuidar de sus mayores, volvió a estar junto a su marido.

Pero la pandemia también trajo consigo muchas cosas malas, la primera de ellas, personas que enfermaron y tuvieron que ser atendidas en la UCI del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, un lugar al que sólo pudo acceder Alberto Aja, uno de los 12 fotoperiodistas que participan en esta exposición.

Los escolares también pudieron comprobar cómo se vivieron las pérdidas de los seres queridos en aquellos entierros pequeños en los que apenas había familiares y las pocas personas presentes debían esconder el dolor y las lágrimas siempre tras una mascarilla.

La visita guidada concluyó con un mensaje de optimismo, con la ilusión de que el final de esta pesadilla llegue pronto, gracias a la vacunación de la población, pero también de nuestra concienciación sobre la necesidad de respetar las recomendaciones sanitarias.

Y como colofón, una idea para pensar y reflexionar: tenemos que quedarnos con lo positivo, por ejemplo, con el encanto de “las lágrimas de la alegría”.