Cultura

‘1+1 = Yo elijo’, nueva propuesta de la IV Muestra internacional de teatro ‘Mujeres que cuentan’ para este fin de semana

Ana Aguilar pondrá en escena este montaje mañana, viernes, y el sábado, día 27, a las 20:30 horas, en la Teatrería de Ábrego, en Oruña de Piélagos

‘1+1 = Yo elijo’ será la nueva propuesta de la IV Muestra internacional de teatro ‘Mujeres que cuentan’ organizada por Ábrego Producciones, para este fin de semana.

Ana Aguilar, autora e intérprete, pondrá en escena mañana, viernes, 26 de octubre, y el sábado, día 27, a las 20:30 horas, en la Teatrería de Ábrego, en Oruña de Piélagos, este montaje sobre esas cosas que pasan al ser humano.

Las entradas, que tienen un precio de 10 euros, pueden reservarse telefónicamente y por WhatsApp en el teléfono 609 45 02 67 y/o comprarse vía on line en Entradium.com, así como el mismo día de la función, media hora antes del inicio, en La Teatrería.

Ignacio Yuste dirige este proyecto que invita a reflexionar sobre ese momento en el que uno se da cuenta que ya ha vivido la mitad de su vida -con suerte y sin imprevistos de última hora- y que aquello que quería hacer, todavía no lo ha hecho.

Sin embargo, el tiempo pasa, igual que aquello con lo que un día soñaste y que hoy se encuentra en la lista de cosas para mañana.

De aquí nace ‘1+ 1 = Yo elijo’, de sumar dos piezas teatrales: Dolores Valentina + MaMá-Ría y encontrarse con el resultado de Yo Elijo, el cual quizá nos vaya acercando a la fórmula de la facilidad, que es ni menos ni más que elegir el resultado de cada “cosa”. 

‘1+ 1 = Yo elijo’ se presentó a público como tal, el pasado mes de marzo en diferentes espacios teatrales, como muestra de un trabajo de una mujer, que habla de la mujer y de aquello que nos rodea como seres humanos.

Se trata de un trabajo que busca etiquetarse para así asistir junto con el público a la catarsis de quitarse de en-medio, para poder encontrarnos desde la esencia, desde el vacío, la nada que todo lo abraza.

Dos unidades

Dos unidades componen 1+1. En el primer 1, Dolores Valentina, habla del drama tragicómico que ella, sin espacio ni tiempo, pasado ni futuro, se encuentra en ese día tan especial. Y está ella sola, con Dolores y con Valentina, con sus culpas, con su ir sin venir, con su venir sin ir, con su queja, con sus ganas de rebuznar, con su maltrato al mando de sus manos, con su vicio al vacío, con sus ganas de amarse.

En el segundo 1, que suma al primer 1, su protagonista es María, mamá de su cachorra que tan suya es, tan particular, tan especial, tan espacial que María en pleno auge de su crianza nos muestra la parte más humana e inhumana de esta gran aventura de ser madres e hijas, la gran aventura de estar vivos y querer ser tan buena madre que se le olvida lo principal: respirar y reírse, reírse de ella misma, de sus dramas, miedos, manías, dichos y diretes que un día escuchó a su madre y que dijo que ella nunca repetiría, hasta que un día cualquiera como este se sorprende repitiendo lo mismo. Cualquier parecido con la realidad es pura conciencia, digo coincidencia (dice Ma-Má-Ría).