La singularidad de la casa parece residir en la monocromía de todos sus ambientes exteriores, pero lo que la hace destacar es la ambigüedad de los espacios y la horizontalidad general que se altera mediante sucesivos muros de carga que sobresalen de las fachadas verticalmente. La edificación incorpora mecanismos de la arquitectura tradicional para esquivar los condicionantes del clima: construcción de muros gruesos que proporcionan aislamiento térmico, revestimiento de las paredes y diseño de huecos contenidos preferentemente en las zonas de sombra. Se trata de un proyecto que establece ambientes puros que consiguen una estrecha conexión entre el hombre y su entorno.