Cultura

Las antiguas escuelas de Quijano vuelven a abrir sus puertas convertidas en el nuevo Centro Cultural de Piélagos

La alcaldesa  del municipio, Verónica Samperio, acompañada de la presidenta del Parlamento de Cantabria, Dolores Gorostiaga; del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; del consejero de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Ruiz; de los miembros de la Corporación municipal y de los vecinos ha inaugurado este sábado esta nueva dotación cultural, que comienza su andadura con la  muestra colectiva “Vasos comunicantes”

Las antiguas escuelas de Quijano, aquellas que durante años ocuparon las salas del que fuera primero el hospital de la localidad, han vuelto a abrir sus puertas convertidas el nuevo Centro Cultural de Piélagos.

La alcaldesa  del municipio, Verónica Samperio, acompañada de la presidenta del Parlamento de Cantabria, Dolores Gorostiaga; del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; del consejero de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Ruiz; de los miembros de la Corporación municipal y de los vecinos ha inaugurado este sábado esta nueva dotación cultural, que comienza su andadura con una muestra colectiva.

Bajo el título de “Vasos comunicantes”, el proyecto comisariado por Carlos Alcorta, reúne hasta el próximo 30 de septiembre en el barrio de las Herrerías de Quijano a catorce poetas y otros tantos artista  para mostrar una selección de obra escrita y plástica, realizada sobre una amplia selección de soportes como papel, lienzo, madera, hierro, metales pesados o evanescentes pigmentos.

Se trata de Fernando Abascal, Guillermo Balbona, Martín Bezanilla, Jesús Cabezón, Faustino Cuevas, Marcos Díez Manrique, Manuel Fernández Saro, Rafael Fombellida, Ana García Negrete, Mariano Gómez de Vallejo, Juan Antonio González Fuentes, Emilio González Saiz, Eduardo Gruber, Puchi Incera o Regino Mateo.

También forma parte de la muestra “Vasos comunicantes” José Luis Mazarío, Javier Menéndez Llamazares, Alberto Muñoz, Yolanda Novoa, Lorenzo Oliván, Roberto Orallo, Gloria Pereda, Juan Manuel Puente, Adela Saiz Abascal, Marta San Miguel, Alberto Santamaría, María Villacorta y Eloy Velázquez.

Todos ellos confluyen en una muestra, que no tiene un hilo conductor propio, sino que busca que sea el espectador y el lector quien investigue la relación entre la obra artística y el poema, tal y como ha relatado el propio Alcorta.

Un día muy importante

“El de hoy, para qué negarlo, es un día muy importante y no sólo para los vecinos de Quijano sino para los de todos y cada uno de los doce pueblos que integran el municipio de Piélagos”, ha asegurado la regidora municipal.

En primer lugar, ha explicado Samperio, porque con la apertura de este nuevo centro se recupera y pone en valor una parte importante de nuestro patrimonio que es, según ha dicho, “sin ningún género de dudas, mucho más que un conjunto de bienes inmuebles”.

“Nuestro patrimonio es una pieza fundamental para conocer nuestro pasado, pero también para escribir el presente”, ha enfatizado la alcaldesa, quien se ha referido a él como un “testigo directo y callado de un pasado, en ocasiones relativamente reciente, que nos permite saber de dónde venimos para ser capaces de decidir hacia dónde nos dirigimos”.

En la misma línea, ha hecho hincapié en que el de hoy es un día importante porque es el comienzo de una gran aventura que no es otra que la de empezar a escribir un nuevo capítulo de Piélagos, con la cultura como protagonistas.

“Este edificio comenzó a rehabilitarle la anterior Corporación municipal, pero hoy comienza una aventura, dotarle de contenido”, ha matizado la regidora.

En este sentido, ha recordado que la inauguración del nuevo Centro Cultural de Quijano se produce tan solo un día después de la apertura, de la mano de Nacho Fernández y compañía Hilo Producciones de La Redonda, una nueva sala teatral en el municipio.

Samperio, en su doble condición de vecina de la localidad y maestra, ha reconocido durante la inauguración que este sábado ha sido un día inexplicable ya que “nuestras viejas escuelas, las de Quijano, vuelven a abrir sus puertas”.

“Decía hace un instante que nuestro patrimonio es nuestra historia y en este edificio encontramos algo más que un buen ejemplo”, ha asegurado la regidora, quien ha hecho un repaso por los distintos usos del edifico, que mandó construir Ambrosio Mazorra, vecino de Quijano, sobre nueve carros y tres cuartos de tierras de labrantía en el llamado solar del Socarra, que abrió sus puertas como hospital, para convertirse con el tiempo  en Juzgado y, más tarde, en escuela de niños y niñas, así como en la casa del maestro.

La alcaldesa de Piélagos ha destacado que el silencio y el frío que durante décadas habitaron en estas estancias han dejado paso ahora al calor que surge de las palabas, del olor de esas pinceladas que han devuelto el color a las viejas escuelas, sin olvidar la música que, muy pronto, sonará en sus aulas.

Sin él saberlo, ni mucho menos pretenderlo, me atrevo a augurar que en el nuevo Centro Cultural de Quijano, que inauguramos hoy convivirán siempre el carácter asistencial del antiguo hospital que un día existió en sus muros y la función pedagógica de las viejas escuelas, ha asegurado Samperio.

“Cada vez que nos encontremos aquí, ya sea para visitar una exposición, para asistir a un concierto o disfrutar de una obra de teatro, estoy segura de que sentiremos esa misma satisfacción que de niños todos experimentábamos cuando vivíamos y aprendíamos algo nuevo”, ha concluido la alcaldesa de Piélagos.

Respetuosos con las raíces y con el pasado

También el consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria, Ramón Ruiz, ha elogiado el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento de Piélagos para rehabilitar el edificio del antiguo hospital de Quijano y convertirlo en un nuevo centro, que sirva para dinamizar la actividad cultural del municipio.

 “No hay mayor satisfacción para la Consejería que ver nacer y crecer una nueva infraestructura cultural”, ha enfatizado el consejero, quien  ha apuntado, al igual que la propia regidora, que supone una “oportunidad” para Piélagos.

“El mejor alimento para el alma y para el cuerpo estaba en este centro”, ha subrayado el consejero, quien ha hecho hincapié en la necesidad de ser respetuoso con las raíces y con el pasado, pero saberlo conjugar con el presente y futuro y de ahí, ha añadido, la importancia de este nuevo centro.

Ruiz  ha felicitado a Carlos Alcorta por haber sabido implicar en el proyecto a un total de 28 artistas cántabros, pertenecientes a distintas generaciones, que interactúan en la muestra inaugural del nuevo Centro Cultural de Quijano, llamado con acierto “Vasos comunicantes”.

En los mismos términos se ha expresado el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien ha reconocido alegrarse muchísimo de que Quijano tenga un centro que va a servir para muchas cosas: para convivir, para que artistas expongan su obra, para que haya conferencias y conciertos, en definitiva, “cultura con mayúsculas”.

Revilla, quien ha recordado que Cantabria es el fruto de los indianos, ha calificado como una pena que se pierdan, en algunos casos, legados como el de Ambrosio Mazorra, quien dejó al pueblo de Quijano el equivalente a dos Palacios de la Magdalena, en dinero, ya que el coste del Hospital que construyó duplicó el precio del palacio que la ciudad de Santander regaló a los Reyes de España.

La música, protagonista

La música ha sido la protagonista del acto inaugural del nuevo Centro Cultural del municipio de Piélagos.

Tras la recepción de las autoridades, por parte de la Escuela Municipal de Gaitas del Consistorio y una vez realizado un recorrido por la muestra “Vasos comunicantes”, así como por la exposición permanente de fotografías de Quijano, ubicada en la tercera planta del edificio,  el tenor José Antonio Campo, acompañado al piano por Severino Ortiz Rey, interpretó en el recibidor del antiguo hospital de Quijano una selección de 12 obras de autores como Schubert, Strauss, Falla o Chapí.

José Antonio Campo y Severino Ortiz Rey también han interpretado dos temas junto con el Coro Columba-Quijano de la localidad.

Como colofón al acto, en el exterior del edificio, en el patio del Pozo, Florencio Campo y Patricia Torrero interpretaron un extracto de la obra del ‘Sollozo del hierro’.